Huasa de Pilen Alto, Louis-Antoine Luyt, 2016: Segunda cata de País en la semana. Vino hecho 100% a mano en parras de secano, sin riego, que tienen más de 200 años. De color pálido y lágrimas excesivamente lentas. Aromas muy terrosos que dan fé de su origen artesanal, con notas de mermelada de frutilla, ciruela, cuero y bastante "campo". En boca tiene acidez media y taninos medio bajos, que dan paso a un retrogusto medio de berries. Sin duda un vino muy distinto, rústico, y que dependiendo de quien lo pruebe, creo que será amor u odio. 3.8
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